Cómo se llega a Masdeu Hogar
A la residencia se puede llegar andando, en bus y en metro. Por supuesto en coche. Pero ésta no es la cuestión. La pregunta es qué es lo que hace que alguien entre a formar parte de Masdeu Hogar.
Montse nos explica su versión como familiar de un residente. A su padre, el febrero pasado le empezó a doler la cabeza y empezó a no ser él. Pasó una temporada en el hospital. Su memoria se desvanecía con la aparición del dolor de cabeza. Montse no se rindió ni aceptó que la enfermedad acabase con su padre. Lo sacó del hospital y trazó un plan. Llegaron a la residencia por la desmemoria y la desorientación. Aquí encontraron una página en blanco donde volver a escribir los recuerdos.
Francisco está desorientado, no se acuerda de los sitios dónde ha vivido, de su barrio de Barcelona. Pero sí de su pueblo de Jaén, de su esposa y sus hijos catalanes. Se vale por sí mismo, anda por Masdeu Hogar con la ilusión de una casa nueva y la elegancia de otros tiempos.
Montse le visita a diario, le acompaña en sus actividades. Comparten comidas y cenas. Se lo lleva de paseo por Barcelona, a visitar sus obras de albañilería en la ciudad. No las reconoce. Ni importa. Han construído una nueva vida al margen de la memoria.