Actividad física en la residencia

We like to move it

Hoy queremos presentarte a Sophie. Una más del equipo de Masdeu Hogar desde hace ya un tiempo, unos meses. Dirige las actividades físicas para nuestros residentes, no importa el grado de dependencia.

Sophie llega temprano por la mañana y como un entrenador físico personal, prepara a conciencia sus sesiones. Divide a los deportistas según el grado de dependencia, pero nadie se escapa de ello. No hay excusa para no participar en sus clases, son divertidas, adaptadas, inclusivas y dejan un sabor de boca que hace que uno quiera que llegue cuanto antes el siguiente día. Nos visita los martes y los jueves, por la mañana, los días alternos con musicoterapia, otra actividad imprescindible en la residencia.

No hay que insistir mucho para reunir a todos los deportistas en el gimnasio. La mayoría ya hace algunos minutos que esperan en el jardín ahora que el tiempo es tan estupendo. Aunque hay alguna deserción de última hora debida a causas ajenas (la primavera en Masdeu Hogar dificulta que la actividad se realize en el interior, siempre hay algún díscolo que queda atrapado en el jardín), podemos hablar casi siempre de un pleno absoluto. La clase empieza enseguida. Al cabo de unas sesiones ya saben qué ejercicios seran los del calentamiento, pero Sophie siempre nos sorprende encontrando una nueva aplicación a los objetos con los que ejercitamos los músculos o también a los espacios cotidianos.

Sophie encandila con ese acento francés explicando los movimientos que hay que hacer. Dentro del programa incluye ejercicios intelectuales y de interacción que hacen soltar una carcajada de vez en cuando. El humor forma parte de lo que hay que ejercitar, por mucho que los profesores de gimnasia tradicionales hayan querido disimular.

Los resultados de la actividad física en la Residencia

No insistiremos sobre las bondades de la actividad física para las personas, ni como de preparadas son las clases en el gimnasio, ni tampoco hablaremos de los objetivos que nos marcamos para evitar el deterioro físico y mental de nuestros residentes. Pero podemos hablar del resultado. Después de varias sesiones hemos observado un 100% de mejora en el humor de los deportistas, un incremento del 25% del índice de alegria, uno del 10% del apetito después de la clase y un incremento de un porcentaje indefinido, pero palpable, del bienestar de los deportistas y sus familias, que es lo que de verdad importa.