Testimonios en la residencia: Carmen Use

Carmen, desde su sillón en Masdeu Hogar, cuenta que al llegar sólo hacía que rezar y llorar. Que su adaptación le costó su tiempo. Como todo en la vida, los cambios desestabilizan a cualquiera. Un cambio de hogar, de residencia, no es algo que ocurra a menudo y esto conlleva pasar ratos desagradables hasta que Carmen ya se sintió como en casa. Hasta el punto que su nieta lo llama así: la casa de la yaya.

La residencia Masdeu Hogar se convierte en… ¡la casa de la yaya!

Carmen habla de Emi, de Mani, de su vida diaria en Masdeu como si fuera en su casa de toda la vida. Nos habla de sus nietos, de lo guapos que son, de lo a menudo que la visitan. Inés, su nieta, la pequeña, corretea por la casa de la yaya antes de llevársela a comer, como ocurre todos los sábados.

En este vídeo, Carmen lo cuenta todo en primera persona. Su testimonio es un ejemplo de como puede vivir una persona el cambio de su casa a Masdeu Hogar. Veremos que no siempre es todo de color de rosa, también hay matices de gris, aunque enseguida todo vuelve a su color normal.

Carmen hará ya 4 años que está en nuestra residencia, o mejor dicho, en su nueva casa. Ha vivido en primera persona los cambios estructurales, las nuevas habitaciones, los nuevos espacios, la reforma del jardín, la introducción de los menús para escojer. Lo mejor de todo es que lo ha vivido con naturalidad, como lo vive cualquier persona en su casa, soportando el revuelo porque es su hogar y con la ilusión de ver como mejora su día a día.